El entorno

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La ciudad fortificada de Talamanca de Jarama, abre sus puertas este 2021 al Circuito 7 Estrellas, y permitirá a l@s guerrer@s luchar contra los elementos a lomos de sus bicicletas, recorriendo un entorno lleno de historia, por las principales atalayas defensivas de la zona, con más de 10 siglos de antigüedad.

Fundada en el año 852 por el emir de Córdoba Muhammad I (fundador de Madrid) bajo el nombre de «Talamanka», constituía una de las ciudades centinelas destinadas a proteger la Ruta del «Xarama» de las actividades guerreras de Ordoño I, rey de Asturias. Durante el siglo X y mitad del XI se erigía como centro militar vital para la defensa de la Vega del Tajo y como centro cultural, con una Escuela Coránica que competía con las de Córdoba y Toledo, durante el gran esplendor musulmán en la península.

Destaca especialmente el conjunto amurallado del Municipio, que ocupa una superficie de 91 hectáreas y un perímetro de 1300 metros, semejante a un pentágono irregular.

Los vestigios de la antigua muralla, hablan de un pasado beligerante y visceral, porque diversos han sido los saqueos que la localidad ha sufrido a lo largo de su historia. La muralla pertenece a la época musulmana, tiempo en que la villa gozaba de verdadera relevancia, aunque las continuas incursiones de los ejércitos, primero cristianos, y más tarde islámicos, obligaron a múltiples reconstrucciones. La Muralla de Talamanca de Jarama es Monumento Histórico-Artístico; fue declarada como Bien de Interés Cultural en 1931.

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El Puente Romano

Igualmente famoso y llamativo es el Puente Romano de Talamanca: se trata de un puente medieval con transformaciones posteriores que tuvo un origen romano, situándose en la “ruta del Jarama” sobre el antiguo camino de Francia. Es la huella más importante dejada por los Romanos, y está ubicado en las afueras del casco urbano, en el parque de la chopera. Es el elemento esencial en la historia de la villa, y se compone de un gran arco central y cuatro menores realizados con sillares y dovelas de piedra caliza, que le flanquean en dirección noroeste. También fue declarado Bien de Interés Cultural en 1996.

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La Cartuja

El siglo XVI, sobre todo con la expulsión de los moriscos en 1610, se acrecienta la decadencia de Talamanca de Jarama. La agricultura se convierte en la única fuente de subsistencia. De esta época data la construcción de la Cartuja por parte de los monjes del Paular, utilizada para despensa donde guardar las enormes reservas de grano y vino del monasterio.
Se trata de un edificio de arquitectura agropecuaria del siglo XVII, catalogado como Bien de Interés Cultural, y constituido por un conjunto de dependencias articuladas en torno a un patio en forma de L.
La finca se encuentra situada en el borde norte del casco urbano, junto a la muralla árabe, en parte de la cual se apoya la cerca que cierra el conjunto por su parte trasera. El acceso principal por la Calle del Viento presenta una gran puerta adintelada con sillares cerrada por dos hojas de madera con casetones y clavos. Sobre el vano separado por una imposta resalta un frontón curvilíneo bordeado por moldura barroca con el escudo de Castilla y León.

Algunas de sus dependencias nos regalan una visión idílica: la bodega, construida en 1.703, con una cubierta de bóvedas de arista en el sótano; la vinagrera, el granero, la cocina y los establos en el piso bajo, y en el piso superior, las habitaciones de los monjes y la capilla, ésta última decorada con pinturas al fresco y a la que se accede por una gran puerta de madera de roble.

Desde la década de los años 60 se ha utilizado en numerosas ocasiones como plató de cine para escenas de películas tan famosas como “Alastriste”, “Los Fantasmas de Goya”, «Conan el Bárbaro», “Ay Carmela”, y series de TV, como «Curro Jiménez», «Santa Teresa de Jesús», «Los Gozos y las Sombras», etc.

Iglesia Parroquial de San Juan Bautista

Una obra románica de fines del siglo XII en la que destaca un hermoso ábside de piedra del románico más puro, uno de los pocos restos de arquitectura románica de toda la Comunidad de Madrid constituido por cinco paños separados por sencillas columnas adosadas sobre pedestal. En el interior del templo, destaca la pila bautismal del siglo XII y las dos pilas de agua bendita del siglo XV. En el siglo XVII se abre en el presbiterio, hacia el oeste, la capilla de la Virgen.

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MUNICIPIO POR EL ÁGUILA IMPERIAL IBÉRICA

Son muchas las especies animales que han hecho de Talamanca de Jarama su hogar. Una de ellas es el Águila Imperial Ibérica, cuya población mundial se reduce prácticamente a los ejemplares que tenemos en España. Es la rapaz más amenazada de Europa. Su futuro no está asegurado y por ello se encuentra estrictamente protegida y está catalogada como especie «en peligro» en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, y en el Libro Rojo de las Aves de España. Para contribuir a la conservación de esta especie, se puso en marcha «Alzando el vuelo»; un programa desarrollado por SEO/BirdLife.

El Ayuntamiento de Talamanca de Jarama lleva adherido a esta Red desde Abril de 2009. Desde entonces, se han realizado en el municipio diversas actividades (talleres, exposiciones y, en 2013, la celebración del Festival del Águila Imperial Ibérica), todas con el objetivo de sensibilizar y difundir la importancia de conservar esta joya ibérica, la gestión de su hábitat, las amenazas a las que se enfrenta y las acciones necesarias para mejorar su situación actual y garantizar su futuro.

Además, SEO BirdLife concedió al Ayuntamiento de Talamanca de Jarama un Distintivo por su implicación en la conservación de esta rapaz.

LAS ATALAYAS

En el entorno fortificado que comprenden los municipios por los que se desarrolla esta prueba, destacan las atalayas defensivas de la época musulmana, que a los pies de la Sierra del Guadarrama y frontera con la Sierra Norte madrileña, permitían preservar la ciudad de Madrid a salvo.
Las Atalayas de El Vellón, y la de El Molar serán testigos del paso de los bikers que con su esfuerzo ascenderán hasta las cotas más altas donde se encuentran ubicadas, y desde donde se divisan panorámicas privilegiadas de la zona norte de la Comunidad de Madrid.
Estas construcciones que dan nombre a la ruta, controlaban las vías de comunicación de los valles. Encendían fuegos que funcionaban como un código de advertencia interna, ante la presencia de un peligro inminente. Fueron levantadas en el siglo X dentro del margen izquierdo del río Jarama, por ser una zona estratégica para detectar cualquier ofensiva.

Estas atalayas medievales esconden infinitas anécdotas, con un atractivo milenario que hipnotiza a sus visitantes. Son las huellas más antiguas de la ocupación musulmana en nuestra región, algunas de ellas restauradas y empleadas hoy día como puntos de vigilancia forestal.

Esperamos que los deportistas y visitantes disfruten enormemente de este entorno tan singular y se enriquezcan de la cultura que desprenden los muros de estas particulares construcciones.

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